En una jornada de intensa actividad sindical en Cádiz, Marea Blanca Gaditana, UGT, CCOO, CSIF y Satse han vuelto a escenificar su unión en la defensa de la sanidad pública andaluza llevando sus reclamaciones al centro de salud de La Paz, el único de extramuros que permanecerá abierto por las tardes durante los meses de verano en la capital gaditana. El otro será el Olivillo, en el centro histórico.
Los sindicatos han reiterado sus reclamaciones acerca de la pérdida de contratos, el cierre de centros en horario vespertino y la sobrecarga del sistema en una época estival en la que la población en los principales municipios de la provincia se multiplica por la llegada masiva de turistas.
Así, Azucena Morales, secretaria provincial de Sanidad de UGT, recordó que este año se han registrado 403 contratos menos en la provincia de cara al verano. Además, el cierre del 75 por ciento de los centros de salud en horario de tarde provocará “un aumento de la saturación en los hospitales”. Morales aseguró que “no se están cumpliendo los acuerdos de la mesa sectorial” y denunció la apuesta de la Junta por la sanidad privada a través de conciertos, aparejada a un “desmantelamiento flagrante” del sistema público.
Mónica Melero (Satse) confirmó que en Andalucía faltan en torno a 18.000 profesionales, de ellos 5.900 enfermeros, y lamentó que el plan de vacaciones de la Junta para este 2025 “es aún peor que el del año pasado”.
Antonio Vergara, en representación de Marea Blanca Gaditana, hizo un llamamiento a la unidad sindical para defender la sanidad pública y advirtió que las esperas “no son una molestia, las esperas matan. La espera es la diferencia entre la salud y la muerte”. Ilustró su reclamación exponiendo el caso de un paciente que sufrió metástasis ósea tras esperar un año para una prueba a causa de un cáncer de próstata. “De curación, porque el cáncer de próstata tiene curación, a muerte. ¿Curación o muerte? Eso es la espera”, subrayó.
“La espera no es incomodidad. No es como el que espera a ser servido en un restaurante. La gente se juega la vida y por ello lo decimos continuamente, las esperas matan”, reiteró.
Por otro lado, Vergara anunció una campaña de recogida de firmas para llevar al Parlamento una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que incluye medidas como que un médico no pueda trabajar a la vez en la pública y en la privada, “porque el riesgo de perversión es enorme”.
Alberto Puyana (CSIF) calificó la situación de la sanidad pública andaluza de “dramática” y criticó la “opacidad” de la administración, que no atiende las solicitudes de reunión de los sindicatos. Finalmente, Alfonso Campos (CCOO) exigió un plan de vacaciones adecuado que evite el cierre masivo del 75 por ciento de los centros de salud por las tardes y denunció la precariedad laboral y la falta de actualización de la bolsa de empleo, cuya baremación en algunas categorías data aún de 2022.