Los servicios de autobuses urbanos en Cádiz y San Fernando, así como las líneas interurbanas entre ambas localidades, sufrirán al menos cinco días de paros en los meses de junio y julio como medida de presión por la paralización de las negociaciones para la renovación del convenio colectivo de la empresa Tranvía de Cádiz a San Fernando y Carraca SA, expirado el pasado 31 de diciembre.
Así lo han anunciado los representantes de los trabajadores, que en su asamblea de este lunes decidieron de forma unánime ir a la huelga “debido a la falta de negociación por parte de la empresa”. Manuel Prado añade a VIVA CÁDIZ que desde que expiró el último convenio sólo se han celebrado dos reuniones para estudiar la plataforma elaborada por los trabajadores de la empresa, señal de que la compañía “no quiere negociar” este nuevo convenio.
En concreto, se llevarán a cabo paros totales -limitados a los servicios mínimos que decrete la Junta de Andalucía- los días 27 y 28 de junio (coincidiendo con los conciertos de Sara Baras en el muelle y de Antoñito Molina en el estadio) y el 3, 4 y 5 de julio (cuando se celebra el Festival Carnaval Mágico en el Nuevo Mirandilla, entre otros eventos). Además, de no establecerse una nueva línea de diálogo con la empresa los trabajadores han acordado iniciar una huelga indefinida a partir del 10 de julio.
Entre las reclamaciones de los trabajadores de Tranvía, Manuel Prado destaca “el tema de las licencias, como puede ser la de hospitalización. Nosotros lo tenemos bastante por debajo del estatuto, encima con menos grados”. Es decir, que si se tiene un familiar directo ingresado “por 24 horas nos dan un día, si está 48 nos dan dos y si está 72 horas, tres. Cuando hoy en día para la mayoría son cinco, incluso si se trata de cuidados en el hogar. Pero la empresa no quiere saber nada de eso”.
Por otro lado, subraya que los pluses “también están por debajo del convenio provincial” y que el nuevo convenio debe “garantizar los cortes de descanso”. Actualmente la plantilla del autobús urbano de Cádiz cuenta con 15 minutos, pero “como están tan ajustados los servicios casi siempre se pierden”. Y en el caso de los interurbanos “no hay descansos, directamente”.
El representante del colectivo reivindica que “en el año 2024 hemos movido 12.400.000 viajeros con los mismos trabajadores, con la flota que tenemos y cada vez con más eventos”. Por ello los trabajadores solicitan también una revisión de ese aumento de la carga de trabajo por eventos y festivos, que cubren sin ningún tipo de remuneración extra.
Finalmente, entre sus demandas los trabajadores de Tranvías solicitan un control de jornada eficaz que garantice la inclusión de todas las tareas en la jornada de trabajo, pues en el caso de los conductores hay una serie de tareas que deben llevar a cabo antes y después de conducir el autobús. A primera hora el arranque y revisión del vehículo, comprobando entre otras cosas la rampa para personas con movilidad reducida; y a la vuelta de su ruta, tareas como repostar, recaudar y aparcar. Funciones que hacen que, al final, su jornada laboral se alargue más allá de lo establecido en convenio. “Al final estamos hablando de media hora más, entre lo que se hace por la mañana y cuando se termina el servicio”, explica Prados.
